Echamos agua en una cacerola y añadimos sal (sobre 60 g.), por cada litro de agua, un par de hojas de laurel e introducimos la centolla con el agua fría para que no se le suelten las patas durante la cocción. Es Importante que el agua cubra bien la centolla
Cuando el agua empieza a hervir la dejamos 12 min.
Retiramos la centolla de la cacerola y la dejamos a temperatura ambiente para que enfríe.
Una vez que este templada podemos manipularla. Retiramos las patas del cuerpo girándolas ligeramente y tirando hacia afuera. Con un martillo de madera o unos alicates de marisco romperemos las patas para poder extraer la carne, sin machacarlas demasiado, para que no queden trocitos de cáscara entre la carne de la centolla. El siguiente paso es el cuerpo; dejando la concha hacia arriba separamos la cabeza del cuerpo y limpiamos las telillas grises, intestinos etc. Un vez limpio el cuerpo lo partimos a la mitad. La cabeza la dejamos con el caldo y los coralillos naranjas que contiene.
Ponemos todo en una fuente; el caparazón, las patas, el cuerpo y ya estaría lista para ser degustada.
